Voy a ser...

Viendo las competencias de gimnasia en las Olimpiadas de Beijing 2008, me empecé a cuestionar sobre quién decide a qué nos vamos a dedicar en nuestras vidas profesionales, ya que en esta clase de disciplinas se debe empezar a una edad muy temprana (aprox. 6 años), en donde los padres deciden casi todo por nosotros.
En mi caso, inicié en el maravilloso mundo del teatro por que mi madre me llevó a un casting a los 4 años, participé en mi primer obra y desde ahí no he salido de los escenarios...y no es que ella me haya obligado a actuar, ella no era actriz ni nada por el estilo, simplemente me gustó y me quedé ahí; pero ella dio el primer paso, aunque yo fui la que decidí quedarme y hacer de éste arte...mi vida.

Tal ves sea un poco de parte de ambas...¿no sé qué opinan?

4 Reflejados:

AdR dijo...

Pues yo creo que es mérito de ambas, pero más tuyo por saber mantenerte en lo que te gusta. Si tu madre no te hubiera llevado con 4 años hubieras ido tú con 9, por ejemplo :)

Besos

nickyfc dijo...

Si algo de lo que me arrepiento es que mi mama no haya sido más como su mamá. A ella nunca le gustaban los deportes, entonces toda mi vida he sido una couch potatoe xq nunca tuve esa rutina del deporte. Creo que ellos tienen mucha influencia en lo que uno termina haciendo.
tengo varios amigos que ahora estudian musica en europa o en estados porque los papás desde los cuatro les compraron un clarinete o un violin y desde entonces lo amaron. creo que es una cuestion de que si lo que tus papás te ponen realmente te apasiona. Será una cuestión de pura casualidad. Pero al final es uno el que decide. Hay gente que se levanta a los 16 y empieza a tocar el violin y le sale muy bien, gente que decide a los 40 hacerse neurocirujano... Todo es una cuestion de como se den las cosas.

agus demo dijo...

Si es lo tuyo el teatro, lo hubieras hecho sin el empujon. De igual manera, felicitaciones a tu madre que sin duda te conoce desde pequeña.

Saludos!

Anónimo dijo...

A veces si, a veces los "grandes" deciden por nostros, y en el mundo del deporte de alto rendimiento la cosa suele ser casi militar...

Sé de muchos casos en que la gente pasa deprimida por el nivel de exigencia...

Yo tenía una compañera en la escuela en el Castella que era talentosisima para la pintura... Extraordinaria... A los 10 años exponía en las principales salas del país al lado de pintores ya consagrados...

Resulta que la mamá le exigía pintar 3 a 4 horas diarias... Hasta que al final la chavalita reventó... Mandó todo al carajo, se salió del Castella y nunca más volvió a pintar...

En mi caso, mi madre me llevaba al teatro desde antes de cumplir un año, y yo prácticamente crecí envuelto en ese mundo...

Luego entré al Castella, y ya desde 7mo año yo sabía que mi camino era ser director teatral...

A veces ese primer impulso de los tatas es positivo, a veces puede convertirse en una tortura...