Ahogando palabras

¿Cómo saber cuando es suficiente de tolerar sus diferencias y cuando simplemente sientes que vas a explotar si tienes que dejar pasar un comentario chocante más?

¿Es suficiente quererse o deberíamos congeniar en nuestras formas de pensar?

Cuando dos personas tienen más diferencias que similitudes, cuando la forma de ser del uno le choca al otro y viceversa, cuando ya no se sabe como sobrellevar la relación sólo surge una duda:

¿Vale la pena continuar?

Y esa pregunta la llevo clavada en el fondo del pecho, ahogándose entre mis pulmones, evitando salir por mi boca.

Arbolito


Cuelgo éste árbol en mi rinconcito para regalárselo a quién lo desee.

No es cualquier árbol, como pueden ver... está adornado con sonrisas, besos, abrazos y mis mejores deseos.

Pueden ponerlo en sus espacios, si lo desean, o simplemente guardar mis regalitos y dejárselos guardaditos, no sólo para estas fiestas, sino para su vida.

Muchos besos a todos!!!

Libre

¿Cuántas corazas tienes sobre el pecho?
¿Alguna vez te las has quitado todas para liberar tu alma un ratito?...

Le preguntaba la alondra a su amado tortugo, mientras picoteaba su caparazón suavemente para no atravezar su corazón, pero consistentemente para cumplir con la petición de su amor:

Libera mi corazón,
de las ataduras de mi cuerpo.
Descúbreme como nunca
nadie lo ha hecho.

Un último picotazo le arrancó el caparazón, dejando al descubierto un par de hermosas alas, que vivieron enrolladas en su cuerpo a escondidas.


Y el tortugo sintió por primera vez el aire en su pecho, que revoloteaba al compás del canto de su amada golondrina...

Parque Nacional Marino Ballena


Mi primer voluntariado, una experiencia memorable.

Levantarme a las 5 de la madrugada, trabajar bajo el sol infernal de la playa, desde las 8:30 a.m. hasta las 3:00 p.m.

Levantar troncos pesados, hacer hileras de piedras para demarcar senderos en un parque nacional, rastrillar hojas hasta tener ampollas, soportar decenas de picaduras de insectos y hasta ver una terciopelo muy de cerquita, en donde íbamos a trabajar...

Pero a pesar de todo ésto lo volvería a ir sin pensarlo. ¿Por qué?
Por la gente que se conoce, las risas, las noches con bailes, la comida deliciosa, los paisajes que contemplábamos, la convivencia... las idas a la playa, bañarnos en las olas por horas, tomar agua de pipa y comer coco hasta hartarme, ver delfines, en fin...

Experiencias de vida por las que hay que pasar... y realmente espero que no sea mi última vez en uno de ellos. Realmente les recomiendo atreverse a tirarse de voluntarios para ayudar a algún refugio de vida silvestre, parque nacional, reserva, etc., es una aventura muy gratificante.

Dejé atrás...

Hoy cierro una gran etapa en mi vida, lo cuál implica que ingresaré a una nueva...

Amistades de cuatro años van quedando atrás,
no porque no nos volvamos a ver,
sino porque los lazos creados no son tan fuertes
como para que nos sigamos viendo con frecuencia.

Me toparé a mis excompañeros por la calle
o en algún trabajo,
diremos hola, nos daremos un beso
y quizá nos preguntemos que tal nos ha ido en la vida...
luego seguiremos nuestro rumbo habitual.

Las historias compartidas quedarán como anégdotas
que contaremos cuando nos reunamos por casualidad.
Los secretos compartidos, podrían ser revelados
pues con los años dejan de ser importantes
y no nos preocuparía que los otros los supieran.

En diez años veremos si todos seguimos en el camino del teatro,
o si por azares del destino ninguno continuó.

Costa Rica es tan pequeña, y el medio teatral tan ínfimo
que definitivamente me los volveré a topar,
cuando menos a la mayoría,
pero ya nada será igual que en nuestra época de universitarios,
de vernos todos los días durante 4 años,
de crecer y madurar juntos, crear familias, tener parejas,
ensayar madrugadas, construír escenas y personajes juntos.

La vida cambia... yo cambio.
Hoy se cerró esta etapa, pero el 2010 me trae una nueva.