Tentación



Ahí está, tirado en mi cama,
deshaciéndose en mis sábanas,
bañándolas con el chocolate de su piel,
invitándome a probarlo.


Yace quieto, desnudo,
tentándome a lanzármele encima
y succionar lentamente
el jarabe de sus venas,
morder sus suaves labios,
jugar con ellos, saborearlos.

Yo sigo aún de pie
al lado de la cama,
sólo lo observo con ansia,
con hambre implacable de probarlo.

Alza su rostro
y sus ojos de almendra me miran,
sus labios son tan rojos
que juraría que son un par de cerezas maduras.

- ¿No vas a venir?

Al concluir la frase...
mi ropa ya estaba en el suelo.
Empecé a degustarlo, a probarlo,
a morderlo, a comerlo,
hasta el acabármelo...

Maremoto intelectual

Empezó de nuevo... el torbellino que me arrastra cada junio y cada noviembre, que me pone "patas arriba" y me suelta hasta julio o diciembre (según sea el caso)...


Es como una gigantesca ola, que comienza pequeña, con un reportaje, un guión de radio, un ejercicio de teatro, una reunión para alguna investigación, luego son dos o a tres, y al final termino durmiendo un par de horas diarias, descuidando mi vida personal y metiéndome libros y letras hasta que me broten por el ombligo.

Me gusta, me encanta lo que hago... pero estas fechas son desastrosas.

Lo único que me alienta es pensar que en un par de semanas todo será una pesadilla del pasado, y me estaré regocijando frente al mar, bajo la sombra de una palmera, con la brisa haciendo bailar mis cabellos, y mis ojos clavados en aquella inmensidad azul, tomada de tu mano.


Dicen que tenemos el mundo en la palma de la mano,
pero si lo que tengo en mi mano es la tuya entonces...
¿Eres mi mundo?

Re-descubrirte




Te redescubro con mis ojos,
te recorro con ellos completito,
inclusive te ruborizas un poco
te sientes observado...

Miro cada milímetro de piel,
vellos, lunares, cicatrices...


Apago la luz... y te observo con mis dedos,
te saboreo con mi espalda,
te escucho con la piel,
te respiro con mil besos.

Duermo acurrucada en tu calor,
en esa batalla entre las sábanas,
mezclando torsos, brazos, piernas,
caricias en las madrugadas.

Me despierto soñolienta,
pero con una gran sonrisa en la cara,
agarrando tu palpitar con la palma de mi mano,
aferrándome a ti, mi amor, mi alma...