Suicidio sin consentimiento

Agudo cántico resuena en las afueras de mi habitación, que dulcemente arrulla mi mañana. Mi sonrisa se eleva mientras abro mis ojos, doy un gran bostezo y me revuelco entre las cobijas, desperezándome.

Un fuerte golpe me hizo sentarme de repente...

Mientras bailaba en su libertad una barrera invisible le despedazó la espina, el centro de su delicada vida. Inevitablemente cayó agonizante, sin tener mejor destino que la muerte.

El pajarito murió bajo la letal ventana de mi cuarto, ante mis ojos, despidiendo un par de movimientos inútiles y sus últimos trinos ahogados, desmoronándome el corazón.

¿Cuantas veces nos hemos golpeado contra "barreras invisibles" y quedado agonizantes?

7 Reflejados:

Regina Castejon dijo...

Muy buena anotación Nayuribe, podre pajarito, pero como bien aseveras al final: cuantas veces ni nos damos contra barreras invisibles, un fuerte abrazo

mimbre dijo...

Hola Nayu...
Muy bueno tu relato, para graficar una de las tantas formas de tropiezos que tenemos a diario.
Personalmente he chocado muchas veces en la vida,la que más me dolio fué:la hipocrecía de la gente¡¡
Gracias por tus palabras, AMIGA¡
Un abrazo enorme
Osvaldo

Belén dijo...

JO, pues ya lo siento, no debe ser nada agradable el ver morir un pájaro...

Besicos

madroca dijo...

Acertado post, demasiadas veces nos topamos contra barreras invisibles alprincipio con las que nos golpeamos si no estamos muy atentos a nuestro vuelo, de4masiadas de esas barreras se confunden con pasos abiertos y cuando nos acercamos, o entramos en ellos nos encontramos estampados de frente contra la hipocresía, la vulgaridad, la avaricia, el despotismo, la necedad, etc., tanto en personas como en sociedades, lo mismo dá.
Un saludo y un requiem por ese pobre pajarillo que no pudo ver el cristal de una ventana. Ojala nosotros podamos evitar otros mucho más dificiles de ver.

sueño dijo...

jeje.. ni se las veces. porque esas son las peores, las que no se ven.

Y tienen muchos nombres...envidia, celos... etc etc etc.

Un besazo, y mientras nos quedemos agonizantes pero con ganas de vivir y seguir, hay esperanza.

AdR dijo...

Uy, no sé dar un número como respuesta a esa pregunta, pero muchas veces he agonizado por varios tipos de golpes.

Pero ninguno tan grave como el de un pájaro que vuela.

Besos

Unknown dijo...

Hola Nayuribe!

llevaba tiempo sin pasar por aquí (por falta de tiempo, no por otro motivo!)...y veo que tu blog sigue estando repleto de posts llenos guapos-guapos... Bueno, y he visto que has hecho cambio total de diseño (me gusta)

Un saludo!