Palabras auscentes


Me enfrento a hojas en blanco,
lapiceros a medio usar
y palabras insípidas...

Sólo frases rebuscadas
rebotan dentro de mi cuerpo
como abejas que me punzan desde adentro,
pero no las dejaré salir...

Pienso y pienso en ti, 
mis ojos ríen y lloran según el parpadeo de tus pestañas.
Una suave caricia sincera
me eriza hasta los sueños.

Y aún así... 
no me salen las palabras
que describan mínimamente
lo que siento por ti,
se esconden en los recobecos de la racionalidad
que me amarra, y no suelta mi imaginación.